Estée encontró la inspiración para su próxima innovación cosmética en la rutina de belleza de su madre. Recordando cómo utilizaba los huevos batidos para preparar una máscara facial, Estée hizo que el huevo sea el ingrediente estrella en su Estoderme Youth-Dew Creme. Para probar sus poderes restauradores, Estée aplicó la crema a Carmel Snow, jefa de redacción legendaria—e intimidante— de Harper’s Bazaar. “La señorita Snow quedó consternada”, admitió Estée, pero estaba tan impresionada con los resultados que publicó una opinión excelente en la revista en 1951, lo que hizo que rápidamente la crema se vuelva un éxito.